Este impresionante acueducto, símbolo de la ciudad, es una obra maestra de la ingeniería colonial que aún se conserva en excelente estado. Con 74 arcos que se elevan majestuosamente, el acueducto es una atracción icónica que refleja la rica historia y la habilidad arquitectónica de la época. Pasear por sus alrededores y contemplar su grandeza es una experiencia que permite conectarse con el pasado de Querétaro. Ubicado a 28 minutos en automóvil, es una visita obligada para quienes aprecian la historia y la arquitectura.